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Humanismo, otro gran legado del exrector José Félix Patiño

Muchos de quienes conocieron al ilustre exrector de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) coinciden en que además de su aporte a la ciencia y a la educación, él se convirtió en un símbolo del humanismo, por su enorme sentido de lo ético y por poner ese rasgo al servicio de la sociedad.*

José Félix Patiño, ex rector de la Universidad Nacional de Colombia

sto se comprueba en acciones concretas como la donación de su invaluable biblioteca personal a la UNAL, compuesta por 11.000 libros y 2.000 discos de música clásica que hoy reposan en la Biblioteca Central Gabriel García Márquez, y por la entrega de miles de documentos personales y académicos al Archivo Histórico de la Sede Bogotá de la Institución.

“Al profesor Patiño siempre se le recordará por tres aspectos fundamentales: su compromiso ético con el paciente, algo que hoy casi no existe en la realidad médica; su concepción de que el estudiante debe tener una formación humanista y universal, para poder ser un sujeto crítico consigo mismo y con la sociedad en la que se desenvuelve; y por señalar siempre que el derecho a la salud es una responsabilidad directa del Estado, por eso fue un duro crítico de la Ley 100 de 1993”.

Así lo asegura Mario Hernández, profesor de la Facultad de Medicina de la UNAL y uno de los mayores expertos en la historia y evolución de la medicina en el país, quien resalta además que la huella del exrector Patiño también se observa en el establecimiento de una comunidad médica sólida tanto en Colombia como en América Latina.

En ese sentido, recuerda que fue uno de los fundadores de la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina y desarrolló el proyecto para conformar la Federación Latinoamericana de Cirugía, desde la cual incentivó la formación y el acceso a la información científica, en una época en que no existían las avanzadas tecnologías de la información de la actualidad. Cabe destacar que también fue uno de los fundadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes.

Herencia por descubrir

Gabriel Escalante Guzmán, coordinador de Servicio al Público del Archivo Central e Histórico de la UNAL, indica que todo el legado del profesor Patiño como educador, científico, médico, servidor público y rector aún debe ser ampliamente investigado y redescubierto, a partir de sus donaciones y otras que estaba a punto de cederle a la Institución. Es el caso de un archivo de alrededor de 50.000 fotografías de procedimientos quirúrgicos en los que él participó en la Fundación Santa Fe, otra de las instituciones insignes del país de la que fue cofundador.

“Es un personaje inagotable que se desenvolvió en muchos ámbitos y su historia está resguardada en la UNAL. El archivo que donó recoge muchos momentos de su vida personal y profesional. En los registros familiares, por ejemplo, hay documentos de su padre, el médico y egresado de la UNAL Gabriel Patiño Camargo, que son importantes dentro de la historia de la medicina colombiana. También se encuentra bastante información de su servicio público como ministro, de su trabajo como investigador y docente, y de su paso por instituciones de otros países en los que fue profesor visitante”, resalta el coordinador Escalante.

El funcionario manifiesta que son muchas las investigaciones que se podrían desprender del fondo documental del profesor Patiño, como por ejemplo sobre cómo en un periodo tan corto como rector (1964-1966) logró reestructurar el funcionamiento casi total de la UNAL: redujo de 34 a 11 las facultades, instauró un modelo de bienestar aún vigente, le abrió la puerta a más estudiantes con nuevas carreras, logró que se triplicara la inversión que el Estado le giraba a la Institución, cambió la cara del campus con edificios emblemáticos como el Auditorio León de Greiff y estableció un modelo de búsqueda de cooperación internacional que le permitió cumplir con muchos de sus proyectos.

“Si alguien llega al Archivo Central a buscar una caja dedicada a la Reforma Patiño no la encontrará como tal, porque esa obra está distribuida en todo su legado, que abarca desde que salió del país por los hechos del 9 de abril de 1948 y llegó a Estados Unidos para estudiar en Yale, hasta su arribo a la Rectoría; por supuesto, sí existen documentos clave sobre la Reforma”, explica Gabriel Escalante.

La invitación desde la Oficina Nacional de Gestión y Patrimonio Documental es a explorar estos archivos, abiertos al público, para redescubrir a uno de los personajes ilustres que dio forma a la actual UNAL, y quien, sin estar presente físicamente, seguirá dando luces de cómo construir una sociedad más humana.

(Por: fin/cap/Comunicaciones Secretaría General/MLA/LOF)