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Bogotá D.C. 12 de marzo de 2020 (Secretaría General). La corrupción en Colombia se convirtió en un titular frecuente y en una especie de destino insalvable, cuyo análisis parece centrarse solo en cómo se hace la trampa y en qué cantidades y no en las causas estructurales del problema. Con el objetivo de generar un debate profundo sobre el tema, las directivas de la Universidad Nacional de Colombia, con el apoyo de la Universidad Militar Nueva Granada y la Procuraduría General de la Nación, prepara una cátedra sobre corrupción y probidad pública.          

Según el profesor Carlos Augusto Hernández, vicerrector académico de la UNAL, uno de los fines misionales de la Institución es estudiar y analizar los problemas nacionales y proponer, con independencia, formulaciones y soluciones pertinentes a la sociedad; también, formar integralmente al ciudadano. Partiendo de estas premisas y reconociendo que la corrupción es un fenómeno incrustado en el alma de la sociedad colombiana, el académico indicó que la cátedra tendrá como reto entregar propuestas concretas a los tomadores de decisiones y dejar una huella en quienes asistan.

“Las cátedras que tenemos en el primer semestre del 2020 fueron organizadas con los estudiantes, retomando los problemas por los que se movilizó la sociedad el año pasado. Esa misma dinámica queremos tenerla con la de anticorrupción, de entregar ideas concretas al Gobierno, construidas de una manera participativa con los distintos actores”, aseguró el vicerrector.

Por su parte, el profesor Pablo Enrique Abril Contreras, vicerrector General, aseguró que la cátedra tendrá desafíos interesantes; por ejemplo, entender la corrupción no solo como el uso indebido de los recursos públicos, sino también desde el uso y abuso del poder conferido a los gobiernos y a quienes se favorece con este.

“El profesor José Félix Patiño sabía que la formación en salud no era solo una cuestión técnica, sino también humanística, y eso es extensible a otras áreas. Una cosa es formar al individuo para desarrollar sus potencialidades y otra es formar a la persona, como actor transformador de la sociedad, y en eso la Universidad tiene una gran responsabilidad. Por eso, la cátedra anticorrupción debe ir más allá de dar cifras técnicas de cómo se roban al país; debe ante todo tocar al estudiante y transformarlo, para que entienda que su labor como profesional es ponerse al servicio de la sociedad y hacer uso adecuado del conocimiento”, manifestó el profesor Abril.

Para la profesora Carmen Alicia Cardozo de Martínez, secretaria General de la UNAL, la cátedra anticorrupción debe convertirse en la puerta de un programa institucional de integridad y probidad pública, promovido desde la academia, para que tenga impacto en toda la sociedad, que incluya un observatorio, un centro de pensamiento y unos focos con líderes que vayan abriendo camino. “Eso nos permitiría lograr una gran movilización sobre temas como el de la corrupción, y generar redes y estrategias mediáticas para combatirla”.   

Por lo pronto, con la participación de la procuradora delegada para la Vigilancia Preventiva de la Función Pública, Liliana Caballero Durán; Ana Polack, representante de la Universidad Militar Nueva Granada, y del cuerpo directivo de la UNAL, la cátedra que se tiene prevista para iniciar en el segundo semestre de 2020, debe ser dinámica, participativa, propositiva, con impacto en la opinión pública y en la comunidad en general.